Iniciar la maestrÃa no ha sido nada fácil, y no es por los cursos que estoy llevando sino porque cuando decidà inscribirme no sabÃa que estaba embarazada. Sin embargo, tomé mucha valentÃa (y muchos consejos) y decidà continuar.
Al iniciar las clases de maestrÃa de comunicación y marketing yo pensaba que nadie debÃa saberlo (aún). Por ello decidà ir a clases con chompas anchas, casacas y buzos, todo para disimular el crecimiento de mi barriga para que asà nadie lo notará (hasta ahora no sé si todos esos intentos valieron la pena).
Todos los dÃas alrededor de las ocho de la noche cuando me encontraba en clases me daba mucha hambre y obvio no me podÃa quedarme con las ganas y comÃa alguna fruta en plena clase – felizmente nadie nunca me dijo nada-.
Al pasar los meses tuve cuatro aliados en clase: Lizbeth, Mishell, Junior y Julian, gracias a ellos pude tener muchas fuerzas para continuar. Los dÃas sábados eran los más terribles porque me tocaba estar en la universidad desde muy temprano y a la hora de almuerzo era la última en terminar de comer, no podÃa oler muchas cosas de las que comÃan y a veces me invitaban sus entradas porque se me antojaban. Además en lo académico siempre nos hemos apoyado y me alentaron para publicar este hermoso blog.
Amigos de maestrÃa.