Madre a todo terreno, nació desde que empecé a escribir por hobby anécdotas y experiencias, algunas lindas y otras algo desesperantes, de las cosas que vivía desde que inicié mi embarazo.
Cuando me enteré que estaba embarazada trabajaba en un medio de comunicación como redactora en el área de locales y policiales. Para llegar a mi trabajo tenía que viajar a diario 2 horas ida y vuelta en el Metropolitano, era agotador y embarazada aún más. Sin embargo, seguí haciéndolo y también iba a comisiones a cubrir alguna eventualidad que ocurría en nuestra ciudad. Para mí como periodista salir de comisión es y será hermoso siempre porque cubrir un hecho y tener información de primera mano es esencial. Sin embargo, muchas veces comía muy apurada, tarde o deshora. Yo estaba acostumbrada, pero con Emma las cosas iban cambiando.
Además poco antes de saber de Emma me había inscrito para empezar una maestría. Y estaba dispuesta a darlo todo por el todo, como siempre. Sin embargo, el doctor de la clínica me felicitó, pero me dijo que tenía que elegir porque hacer las tres cosas eran mucha responsabilidad y no era porque no podía afrontarlo solo que el cansancio físico y mental no le iba a ser bien a Emma (ahí todavía no sabíamos que iba a ser Emma). Esas palabras nunca se me borraran de mi mente porque fueron determinantes.
Entre pasaban los días me dieron algunas de síntomas cotidianos de los primeros meses de embarazos que a veces me jugaban en contra porque como madre primeriza no sabía muy bien como actuar. Solo respiraba, a veces lloraba, me tranquilizaba y continuaba. Entonces entendí que no podía seguir así.
Después de algunos consejos entre ellos los de mi Jefa, a quien agradezco por su paciencia y por su apoyo desde un inicio que se enteró que estaba embarazada.
Decidí dejar el trabajo y continuar con la maestría y con mi vida junto Emma. Esa última decisión no estaba en juego pues la tomé desde que supe que tenía un ser en mí.
Agradezco a Emma, por darme la fuerza a diario aunque parezca poco creíble he ido aprendiendo muchas cosas desde que supe que estaba dentro mío. La felicidad se duplicó y nuevas cosas empezaron a aflorar.
Pues, así entendí que una madre siempre es a todo terreno por sus hijos. Luchadora, fuerte y valiente. Capaz de enfrentar a cualquiera y cualquier cosa para el bienestar de sus bebés.
Como dice la canción de Gustavo Cerati "Decir adiós es crecer", pues yo creo que poner en pausa el trabajo me está ayudando a crecer académicamente y como madre de Emma y no saben lo feliz que soy.
Por último, quiero decirles que estás palabras estaban escritas en el word de mi laptop sin pensar que algún día alguien más que yo las leyera todo lo contrario a cuando escribía en el diario y sabía que muchas personas me iban a leer al día siguiente. Este pedacito de texto espero les ayude a entender que como mujeres estamos para afrontar cualquier reto que nos proponemos y hacer de ello nuestro mejor proyecto de vida.
¡Hasta el próximo post ♡!
Cuando me enteré que estaba embarazada trabajaba en un medio de comunicación como redactora en el área de locales y policiales. Para llegar a mi trabajo tenía que viajar a diario 2 horas ida y vuelta en el Metropolitano, era agotador y embarazada aún más. Sin embargo, seguí haciéndolo y también iba a comisiones a cubrir alguna eventualidad que ocurría en nuestra ciudad. Para mí como periodista salir de comisión es y será hermoso siempre porque cubrir un hecho y tener información de primera mano es esencial. Sin embargo, muchas veces comía muy apurada, tarde o deshora. Yo estaba acostumbrada, pero con Emma las cosas iban cambiando.
Además poco antes de saber de Emma me había inscrito para empezar una maestría. Y estaba dispuesta a darlo todo por el todo, como siempre. Sin embargo, el doctor de la clínica me felicitó, pero me dijo que tenía que elegir porque hacer las tres cosas eran mucha responsabilidad y no era porque no podía afrontarlo solo que el cansancio físico y mental no le iba a ser bien a Emma (ahí todavía no sabíamos que iba a ser Emma). Esas palabras nunca se me borraran de mi mente porque fueron determinantes.
Entre pasaban los días me dieron algunas de síntomas cotidianos de los primeros meses de embarazos que a veces me jugaban en contra porque como madre primeriza no sabía muy bien como actuar. Solo respiraba, a veces lloraba, me tranquilizaba y continuaba. Entonces entendí que no podía seguir así.
Después de algunos consejos entre ellos los de mi Jefa, a quien agradezco por su paciencia y por su apoyo desde un inicio que se enteró que estaba embarazada.
Decidí dejar el trabajo y continuar con la maestría y con mi vida junto Emma. Esa última decisión no estaba en juego pues la tomé desde que supe que tenía un ser en mí.
Agradezco a Emma, por darme la fuerza a diario aunque parezca poco creíble he ido aprendiendo muchas cosas desde que supe que estaba dentro mío. La felicidad se duplicó y nuevas cosas empezaron a aflorar.
Pues, así entendí que una madre siempre es a todo terreno por sus hijos. Luchadora, fuerte y valiente. Capaz de enfrentar a cualquiera y cualquier cosa para el bienestar de sus bebés.
Como dice la canción de Gustavo Cerati "Decir adiós es crecer", pues yo creo que poner en pausa el trabajo me está ayudando a crecer académicamente y como madre de Emma y no saben lo feliz que soy.
Por último, quiero decirles que estás palabras estaban escritas en el word de mi laptop sin pensar que algún día alguien más que yo las leyera todo lo contrario a cuando escribía en el diario y sabía que muchas personas me iban a leer al día siguiente. Este pedacito de texto espero les ayude a entender que como mujeres estamos para afrontar cualquier reto que nos proponemos y hacer de ello nuestro mejor proyecto de vida.
¡Hasta el próximo post ♡!